Las
autoridades dicen que sin la intervención de la CNBV, el fraude de FICREA pudo
haber seguido durante 14 meses más y representar pérdidas por 10,000 millones
de pesos para los ahorradores. Sin embargo, para quienes perdieron su
patrimonio ese argumento no es consuelo. ¿Qué falló en el funcionamiento de
esta Sofipo? ¿Puede volver a pasar? La respuesta es sí. El peligro sigue
latente.
En
la reunión de fin de año de 2013, los trabajadores de FICREA recibieron la
noticia de que 2014 sería el año en que la Sociedad Financiera Popular (Sofipo)
se transformaría en banco. El anuncio se asimiló con naturalidad, pues la meta
de captación de sucursales había pasado de 50,000 pesos diarios a 130,000 en
menos de tres años.
“Los
empleados no teníamos noción del fraude. Para nosotros, FICREA funcionaba como
cualquier banco: captaba dinero y lo prestaba caro, los intereses los dividía
en ganancias para los ahorradores y ganancias para el corporativo; ésa es la
premisa básica de los grandes bancos. Las tasas estaban por encima del mercado
porque era una institución relativamente nueva, y era la forma de ganar
mercado”, dice a Forbes México un gerente de sucursal de FICREA que prefiere no
ser identificado.
Según
el testimonio de este empleado (que ha trabajado como asesor de inversiones
durante 18 años), los esfuerzos de captación se volvieron más agresivos en el
último año. Al interior de la Sofipo se les decía que había cada vez más
demanda por créditos, por lo que había que colocar más productos de ahorro e
inversión.
En 2014 se lanzó una campaña masiva con
el actor Alfredo Adame como vocero.
También
se regalaron viajes, pantallas y alcancías.
“Yo
mismo acompañé a un compañero de originación de crédito al asesoramiento de un
cliente que necesitaba un préstamo por 20 millones de pesos para comprar una
cámara de refrigeración”, cuenta.
Lo
cierto es que las expectativas de los trabajadores y los ahorradores se
vinieron abajo cuando, el 19 de diciembre pasado, la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores (CNBV) anunció la liquidación de FICREA. Tras una intervención del
regulador, salió a la luz que la institución había desviado recursos de manera
ilegal a otras empresas del mismo dueño: 98% de la cartera de crédito se había
generado con una tercera empresa, una acción prohibida por la ley.
Rafael
Olvera, socio mayoritario de FICREA, era buscado por las autoridades
internacionales por lavado de dinero. Los ahorradores habían sido defraudados
por un monto que, hasta ese momento, se calculaba en cerca de 3,000 millones de
pesos.
¿Qué pasó?
FICREA
funcionaba como una Sofipo. Este tipo de instituciones se creó para llegar a
zonas rurales en las que es demasiado costoso instalar bancos. Su función
básica es captar dinero de ahorradores, prestarlo y cobrar intereses para pagar
a los ahorradores y generar ganancias. Es una estructura sencilla, en la cual
los ahorradores son socios.
Su
regulación es más ligera. A diferencia de los bancos, las Sofipos sólo deben
enviar sus estados de resultados, es decir, cuánto prestan, cuánto captan, sus
índices de capital y otros indicadores básicos. Las instituciones de este tipo
están sujetas a visitas de verificación si algo salta en los documentos
entregados.
Sin
embargo, las actividades de FICREA como Sofipo no correspondían a la naturaleza
de esta figura. De acuerdo con un estudio interno de la Comisión Nacional para
la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef),
había cerca de 1,500 clientes en FICREA con cuentas con saldos mayores a un
millón de pesos, cuando datos de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras
Populares (Amsofipo) arrojan que el saldo promedio de la cuenta de ahorros de
un cliente de este tipo de instituciones es de 7,000 pesos.
Desde
2011, FICREA había estado en la mira del regulador, dice Édgar Bonilla,
director jurídico de la CNBV. Ese año, la Comisión encontró que los
financiamientos de FICREA eran canalizados a través de Leadman Trade, una
arrendadora propiedad de Rafael Olvera.
“En
2011 nos dimos cuenta que los créditos se otorgaban a través de Leadman Trade.
Les dijimos que no podían realizar operaciones con terceros, y fue entonces que
empezaron a hacer estrategias para maquillar estados de cuenta… Ante la CNBV se
había corregido la observación”, dice Bonilla.
El
siguiente paso por parte de Olvera y sus socios fue maquillar los estados de
cuenta. Los créditos se seguían convirtiendo en arrendamientos a través de
Leadman Trade, pero los clientes de la arrendadora firmaban dos solicitudes de
financiamiento, una con Leadman y otra con FICREA.
Los
reportes a la CNBV incluían esas solicitudes de crédito y, por ejemplo, si
alguien solicitaba un arrendamiento por 10 millones de pesos, Leadman lo hacía
firmar el contrato de arrendamiento a 36 meses y dos solicitudes de crédito de FICREA
a 18 meses (una posfechada) por 5 millones cada una. El cliente de Leadman se
convertía “automáticamente” en un cliente de crédito de FICREA.
“En
teoría, el esquema podría funcionar, pero ¿qué pasa cuando un cliente pide y
firma por 10 millones de pesos, y Leadman le dice que sólo le arrendará,
digamos, autos por 5 millones? El contrato de arrendamiento es por 5 millones,
pero el crédito por 10 ya había sido firmado con FICREA. Hay una diferencia de
5 millones provenientes de FICREA que Leadman puede transferir a donde quiera”,
explica el funcionario.
Justo
así fue como Olvera canalizó alrededor de 2,700 millones de pesos a la compra
de bienes raíces en el extranjero y a la capitalización de las filiales de
Leadman Trade en España y Miami.
De
ese dinero sólo queda lo que las autoridades puedan recuperar a través de la
liquidación de activos y la cartera con garantías de Leadman en México (la de FICREA
no es cobrable porque no tiene garantías), además de las propiedades que puedan
confiscarse a Olvera. Lo que ha logrado recuperarse está ahora en un fideicomiso
que pasará a manos de los ahorradores una vez que finalice el proceso de
liquidación.
Los
ahorradores han señalado al regulador como el principal responsable en el caso:
¿Cómo fue posible que no se dieran cuenta?
“Como
empleados teníamos conocimiento de que cada dos meses se realizaban auditorías
por parte de la CNBV, o al menos eso era lo que nos decían. Ésa era una de las
cartas fuertes al momento de captar ahorros: decirle a los clientes que
estábamos completamente regulados”, explica el empleado de la empresa.
Estrategia para violar la ley
¿Qué
hace falta para que un fraude financiero se concrete? ¿Una regulación débil?
¿Controles internos poco confiables? La respuesta es más sencilla que eso: sólo
hace falta una persona dispuesta a violar la ley.
Mario
di Costanzo, presidente de la Condusef, explica el caso de FICREA con una
metáfora:
“El
reglamento de tránsito prohíbe manejar en estado de ebriedad. Las autoridades
han establecido alcoholímetros para evitar que la gente beba y conduzca; si un
conductor en estado de ebriedad es detenido amerita una sanción. No falla la
ley, pero hay quienes violan la ley deliberadamente; saben que cometen un
delito, de ahí que haya accidentes fatales por personas que manejan
alcoholizadas.”
La
opinión de Di Costanzo es compartida por Édgar Bonilla de la CNBV, quien afirma
que en el caso de FICREA hubo toda una estrategia para realizar actividades
ilícitas; no había del todo un vacío legal, sino que se violaba la ley de
manera premeditada.
“En
la ley no hay montos límite para créditos y depósitos de las Sofipos; es
probable que esto se ajuste después de lo que ocurrió. Sin embargo es
importante que los ahorradores y, en general, los usuarios del sistema
financiero entiendan que sin importar el tipo de institución siempre habrá un
riesgo”, advierte Bonilla.
Lo
cierto es que aunque México ha instaurado regulación financiera estricta (fue
de los primeros países en adoptar las disposiciones de Basilea III para los
bancos), las instituciones financieras siempre están expuestas a delitos.
En
México, 41% del lavado de dinero se origina por drogas, 33% por tráfico de
personas y 20% por piratería, según cifras del documento del Centro de Estudios
Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados denominado:
Lavado de dinero: indicadores y acciones binacionales. Existen rubros que son
más propensos que otros para ser utilizados de acuerdo con el giro de la
empresa, como aquellos que están basados en capitales disponibles.
“Al
ser intensivos en el manejo de dinero, son más propensos. ¿Qué empresa se
rehusaría a cerrar una operación cuando el cliente llega ofreciendo pagos
adelantados o pagos en efectivo por cantidades sumamente altas? En esos casos
pasa a segundo término el saber quién es el cliente y de dónde proviene el
dinero; la prioridad en la mente de cualquier comerciante o empresario es la de
no dejar escapar esa gran oportunidad”, explica Mónica Ramírez Chimal, en su
libro ¡No deje que lo laven, ni que lo sequen!
Clientes:
¿culpables o víctimas?
Una
viuda de edad avanzada tenía una cuenta con FICREA por un monto de 1.4 millones
de pesos. Eran los ahorros de toda su vida y los de su esposo. Cada mes recibía
y retiraba 3,000 pesos como intereses (apenas 0.21% de su ahorro). Con eso
completaba sus ingresos por pensión y lograba sacar adelante sus gastos
personales. Ahora debe asimilar que debe tramitar un seguro de depósito por
sólo 131,000 pesos, y que en los próximos meses se definirá el porcentaje que
recuperará de su ahorro, quizá la mitad. Aún no se sabe.
“FICREA
siempre señaló en su publicidad y sus contratos que los recursos estaban
garantizados por hasta 25,000 UDI; eso siempre estuvo claro”, afirma Édgar
Bonilla, de la CNBV.
Lo
que las autoridades no toman en cuenta son los argumentos de venta: la
captación se volvió agresiva no porque los clientes fueran forzados a invertir,
sino por las promociones y argumentos.
“A
los clientes se les explicaba que había una garantía por 25,000 UDI, pero el
argumento era que una vez que FICREA se convirtiera en banco, la garantía sería
por 2 millones de pesos. Mucha gente incrementó su saldo pensando que FICREA
sería un banco a fines del año pasado. Nosotros mismos lo pensábamos; muchos
conocidos y familiares eran clientes”, explica el empleado de FICREA.
Para
Catalina, una ex empleada bancaria ahorradora de FICREA, el juicio contra los
ahorradores resulta muy severo.
“Nos
han dicho ingenuos, nos han llamado codiciosos, pero yo tenía una tasa de 6%
anual por mi ahorro, son sólo 2 puntos arriba de la inflación; no nos estaban
prometiendo una tasa descabellada. Investigué: FICREA cumplía con toda la
regulación necesaria y el aval de la CNBV y Condusef. Yo era cliente desde 2012
y nunca tuve problema para retirar dinero; no parecía haber razón para
desconfiar”, explica.
Al
respecto, Mario di Costanzo expone que este caso implica una revisión fuerte de
la ley y un llamado a tejer una mayor conciencia financiera, pues de las 283
quejas que se reportaron ante la Condusef por FICREA antes de la intervención,
ninguna era de los acreditados que firmaban dos contratos.
Por
eso, para Di Costanzo la conclusión es que se violó la ley con alevosía y
ventaja: “No estaba prohibido, por ley, que una Sofipo tuviera clientes con
varios millones; no hay tope en saldos de crédito o depósito. Al no infringirse
una ley, hay poco margen para los reguladores. No creo que haya fallado la ley
aplicable a las instituciones financieras. Olvera tenía como meta delinquir,
claramente buscó la manera de burlar esa regulación.”
¿Quién falló?
La
CNBV cumplió con las atribuciones y funciones que la ley le otorga, asegura
Édgar Bonilla. FICREA fue intervenida en marzo de 2014 para determinar por qué
había tenido una expansión tan agresiva en la captación y, al mismo tiempo,
reportaba una morosidad cero en la cartera de crédito.
“Una
Sofipo sana reporta una morosidad de 7% en promedio. Cuando entramos a FICREA,
pensamos que había un problema de falta de transparencia. En su lugar había un
fraude piramidal que, de haber seguido, habría podido evolucionar 14 meses más
y representar pérdidas por 10,000 millones de pesos para los ahorradores”, dice
Bonilla, quien es parte de una autoridad reguladora, que sólo cuenta con 1,500
personas (y no todas realizan labores de supervisión) para vigilar a más de
5,000 instituciones en todo el país.
La
intervención de FICREA, las órdenes de aprehensión contra Rafael Olvera y la
eventual liquidación de activos para el pago de los ahorradores son los pasos
siguientes lógicos, pero el trabajo que sigue es aún más pesado.
“Se
puede establecer una responsabilidad penal contra el regulador (la CNBV), el
supervisor (Condusef) y contra la propia Unidad de Inteligencia Financiera de
Hacienda, que es la encargada de supervisar las transacciones de todas las
instituciones en el sistema financiero y debió alertar de los flujos de FICREA
a Leadman. Sin embargo, lo que importa ahora no es siquiera tener a un culpable
en la cárcel, sino realizar una modificación preventiva a la ley para evitar
que vuelva a ocurrir”, opina Mario Herrera, fundador y presidente de la
Fundación para la Inclusión y el Desarrollo, AC, un organismo que surgió
después de un fraude con 57 cajas populares que afectó a más de 170,000
personas, principalmente en Oaxaca, en 2009.
Herrera
afirma que mantener la regulación actual para las Sofipos no sólo las deja
vulnerables a tener un nuevo fraude, sino que evidencia una falta de conciencia
de los supervisores sobre el funcionamiento de estas entidades y su objetivo
principal: una mayor inclusión financiera.
“Si
las Sofipos surgen para dar servicio al público que no ha atendido la banca, es
imposible que el regulador diga que no le hizo ruido que una Sofipo operara en
una colonia de lujo sólo porque no estaba en la ley. Es labor del supervisor y
del regulador alertar sobre estos vacíos legales para que las Cámaras tomen
acciones al respecto y generen una ley acorde al tipo de institución”, dice.
Actualmente
en el país operan 43 Sofipos. FICREA era la segunda más importante después de
Caja Libertad. El total de la cartera de FICREA representaba sólo 15 centavos
de cada 100 pesos en el sistema financiera mexicano. Aunque tenía una cartera
de ahorro de más de 6,000 millones de pesos, la Sofipo concentraba sólo 0.4% de
los clientes. No se habla de una falla sistémica, pero sí de un fraude que
ocurrió mientras parecía que todo funcionaba acorde a la ley.
¿Qué
sigue para los clientes de FICREA? la continuación de este trabajo especial
explica por qué los ahorradores podrían no recuperar sus recursos al 100%
FUENTE: Forbes.
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