Desde
su creación, la sociedad financiera popular careció de administraciones
confiables. En toda su historia, las personas que han estado al frente de ella
han sido señaladas debido al uso indebido de recursos.
Desde su creación, la sociedad financiera popular
(sofipo) FICREA, que ahora está en el ojo del huracán por el fraude a más de
6,800 ahorradores, careció de administraciones confiables. En toda su historia,
las personas que han estado al frente de ella han sido señaladas por sus
depositantes, por los bancos y por el mismo gobierno, debido al uso indebido de
recursos.
Según datos de la escritura 837 del Libro 6 en su Tomo 2
de la Notaría 44 de Guadalajara, Jalisco, FICREA fue fundada como Sociedad
Anónima el 28 de febrero del 2005, y obtuvo su registro público el 27 de abril
de ese mismo año. En dicho registro, aparecen como accionistas principales
David Coutiño Abud y Víctor Manuel Coutiño Albores.
En el 2010, estos dos personajes fueron señalados por un
presunto fraude al banco Interacciones por 174 millones de pesos que habrían
realizado a través del programa Procampo. Casualmente, esta acusación se dio a
conocer días antes de que traspasaran FICREA a Rafael Olvera Amezcua, ex funcionario
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de Nacional Financiera.
Los Coutiño e Interacciones
De acuerdo con la causa penal 178/2010 del juez décimo
tercero Penal del Distrito Federal, los Coutiño defraudaron a Interacciones por
174 millones de pesos, usaron la plataforma del programa Procampo operado por
la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación.
Las investigaciones arrojaron que los Coutiño tenían otra
empresa llamada Fycampo, que era dispersora de recursos del Procampo y por la
cual solicitaron préstamos a Interacciones a nombre de campesinos beneficiarios
del programa; sin embargo, nunca recibieron el dinero.
Los Coutiño tomaron la información de los supuestos
solicitantes de la base de datos de Aserca, una agencia gubernamental de
servicios agropecuarios. Con esa información, realizaron a Interacciones cerca
de 100 solicitudes falsas de apoyo, que adelantaba los recursos del programa, a
nombre de personas que supuestamente pretendían acceder a apoyos del Procampo.
Fuentes cercanas a la investigación informaron a El
Economista que el asunto concluyó con la firma de un convenio de transacción
entre los involucrados a través del cual Interacciones recuperó los recursos.
Asimismo, de acuerdo con investigaciones periodísticas,
en el 2006 Interacciones realizó negocios con el último dueño de FICREA, Rafael
Olvera Amezcua; éstas también derivaron en un presunto fraude.
Olvera Amezcua, por medio de su otra empresa de
arrendamiento Leadman Trade, firmó un contrato con el banco, el cual adquirió
los derechos de un crédito que otorgó la arrendadora a Grupo Martí.
En el 2009, el banco detectó que Grupo Martí nunca saldó
a Interacciones el préstamo, pero sí lo hizo, sólo que fue a favor de Leadman
Trade, es decir: Leadman Trade cobró tanto a Interacciones como a Grupo Martí,
cuando ya no tenía derecho de hacerlo.
Olvera Amezcua fue acusado por esta causa y en el 2011
pisó la cárcel por un adeudo de más 3 millones de pesos a Interacciones, pero
días después quedó libre por tratarse de un delito no grave.
Olvera toma el esqueleto
de una sofipo
El 17 de junio del 2008, cuando Guillermo Babatz estaba
al frente de la de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), FICREA
obtuvo su licencia para operar como sofipo, es decir, tres años después de su
creación.
En agosto del 2010, Grupo Trade de Rafael Olvera Amezcua
tomó las riendas de la entidad, que en ese entonces contaba con sólo 10
millones de pesos en activos.
Fuentes que participaron en la administración de los Coutiño
confirmaron que del 2008 a agosto del 2010 fue poca la operatividad de FICREA.
Sin embargo, durante el primer mes de Olvera Amezcua al mando, la entidad pasó
de los 10 a los 20 millones de pesos en activos; hasta su intervención, esta
entidad contaba en este rubro con cerca de 6,000 millones de pesos.
Con la llegada de Olvera Amezcua a FICREA la estructura
de esta entidad quedó con Francisco Javier Perezanta como director general y el
segundo a cargo de la entidad en ese entonces.
Asimismo, el comité de crédito quedó presidido por
Vanessa Ramírez Coss y Lion; Juan Fernando Morales Sánchez como secretario y
Carlos García Gómez como vocal. Los apoderados legales de FICREA eran Carlos
Pérez Grovas y Gilberto Cerón Poo, éste último se encuentra preso por el fraude
de FICREA.
El 13 de junio del 2011, Sergio Ortiz Valencia fue
nombrado director general de FICREA, en sustitución de Perezanta. A partir de
ese momento comenzó con el discurso de que la sofipo estaba a un paso de
convertirse en banco, pero sólo era para generar confianza y atraer a clientes
fuera del rango del sector popular. Esta versión fue desmentida por el propio
Jaime González Aguadé, presidente de la CNBV, después de que fue intervenida
gerencialmente en noviembre del 2014.
En la actualidad FICREA está en proceso de liquidación,
luego de su intervención gerencial por triangulación de recursos a otras
empresas de Olvera Amezcua, como Leadman Trade y Baus and Jackman Leasing; el
último dueño de la sofipo es ahora prófugo de la justicia y hay más de 6,800
defraudados que no han visto sus recursos depositados en la entidad desde hace
casi siete meses.
CNBV deberá hacer público su procedimiento
Luego de que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV) se reservó hacer pública la información de FICREA que solicitó un
particular, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y
Protección de Datos Personales (INAI) instruyó a este órgano regulador a dar a
conocer la versión de los procedimientos de supervisión y vigilancia que
implementó en esta financiera antes de ser sometida a la intervención
gerencial.
Asimismo, el INAI indicó que la CNBV deberá entregar la
versión íntegra de la autorización que le fue otorgada para operar como
sociedad financiera popular (sofipo) y dar a conocer los niveles de operación y
capitalización, bajo los cuales funcionaba.
“En respuesta a un particular que requirió lo anterior,
así como a los acuerdos del Consejo de Administración que haya recibido de FICREA
(...), el sujeto obligado manifestó la reserva”, afirmó el INAI.
La CNBV justificó su reserva con el argumento de que FICREA
se encuentra en un proceso de intervención gerencial y el Servicio de
Administración y Enajenación de Bienes aún no acepta el cargo de liquidador de
la entidad.
Debido a esto, el particular presentó un recurso de
revisión turnado al comisionado Rosendoevgueni Monterrey Chepov, quien indicó
que dichas reservas no son válidas, pues en apego a la Ley de Ahorro y Crédito
Popular tiene la obligación de publicar esa información.
“Más allá del interés que actualmente atrae el caso FICREA,
la importancia que tiene el ejercicio de acceso a la información pública, en
posesión de los sujetos obligados, sirve para conocer el desempeño de la
autoridad desde la aparición de esta sociedad, así como su puntual
seguimiento”, refirió el comisionado. (Con información de Redacción).
Fuente: El Financiero.
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