En sus declaraciones al titular del Juzgado Federal y
Correccional 12 a cargo de Sebastián Casanello, Hernán Arbizu, el ex banquero
del JP Morgan, confirmó su rol de colaborador y gestor del delito de presunto
lavado de dinero de las grandes corporaciones de la Argentina.
Y apuntó a la vez a la estructura política macro de la entidad,
en la que se sostuvo para sacar del país dinero sin declarar hacia paraísos
fiscales. Asimismo, presentó un escrito detallando otros casos de empresas
vinculadas a delitos, como el Grupo Clarín, y confesó tener en su poder un
celular que le dio el banco, que revela cómo las empresas "lavadoras"
acordaban reuniones con él para hacer negocios.
Subió las escalinatas de Comodoro Py a las 9:45 de la mañana, y
a las 10 ya estaba respondiendo a una serie de preguntas del magistrado,
centradas en la causa 4334, denominada "Autopistas del Sol S.A. sobre
averiguación de delito", en la que están sospechados de comisión de
delitos económicos Ausol, Petrobras, los ex ejecutivos del Exxel Group, los
empresarios Carlos Ávila y Ricardo Fort, y el ex embajador Emilio Cárdenas,
entre otras personas y firmas. Esta investigación se inició luego de que Tiempo Argentino publicara una serie de
órdenes de transferencias de estos clientes del Morgan hacia el exterior y sin
declarar en el país. Casanello empezó la indagatoria repasando en detalle estos
documentos, con números de cuenta y sus titulares y Arbizu aclaró que, en los casos antes
mencionados, él no formó parte de esas operaciones directamente, pero sí supo
reconocer y confirmar la validez de los documentos y la gravedad del delito:
"Yo sí hacía este tipo de operaciones. Este es el típico
servicio de banca privada que brindan los bancos. En las operaciones que usted
describió (le dice al juez), puedo identificar operaciones de lavado de dinero
como es el back to back, constitución de sociedades off shore –como es el caso
de Petrópolis LTD– y operaciones "overnight", como es la de
Petrobras. Overnight y back to back son maniobras típicas en los negociados de
lavado: la primera es una especie de transferencia-préstamo en dinero que una
persona o empresa utiliza en una sola noche, como explicó Arbizu, "un
depósito a plazo fijo por una noche", que puede utilizarse para fraguar
balances de empresas. El segundo se grafica con un ejemplo. Una firma contrata
a un banco para reestructurar una
obligación negociable según las necesidades del contratante. El banco de origen
luego vende una porción grande de dicha emisión a sus clientes de banca privada
y, en algunos casos, compra la misma empresa emisora con activos que esta tiene
depositados en el extranjero.
Asimismo, y en el marco de la causa "Ausol", el
banquero que se definió como economista aseguró ante el juez que las
administrativas Jeanette Bueno y Norma Caba, que aparecen por el Morgan en las
órdenes de transferencia de una empresa de Castex del Exxel y de la firma
Norep, "trabajaban directamente para mí".
Minutos antes del receso del mediodía, el ex Morgan recordó que
en 2008 se autodenunció ante el Juzgado Penal y Correccional 12, a cargo de
Sergio Torres, por haber cometido un fraude con transferencias entre tres
cuentas de sus clientes, y que en aquel momento aportó un listado de 469
empresas y personas físicas, entre ellas Clarín y sus directores, Ledesma,
Edenor, Blaquier, Consultatio, Los Melhem y los Priú. "Es importante
destacar que mi información aportada hace cinco años confirma estos documentos
y viceversa", declaró Arbizu, y agregó que "hay una estructura armada
por los bancos, particularmente en este caso el JP Morgan, para ayudar a
sujetos pasibles de pagar impuestos en Argentina, a evadir impuestos y, en
segundo paso, un posible lavado de dinero. JP Morgan sólo para Argentina tenía
asignado, entre banqueros y asistentes, a
más de 20 personas, y manejan más de U$S 6,000 millones".
Después del receso, Casanello salió de la sala y prosiguieron
sus secretarios. El magistrado volvió hacia el final de la declaración y luego
volvió al cierre. El que estuvo ausente y estaba apuntado para realizar
preguntas fue el fiscal de la causa, Guillermo Marijuan. "Quiero aclarar
que todas las operaciones de las que hablé hasta ahora involucran dinero que
está fuera del país. Que son parte, digamos, de los U$S 150 mil millones que
tienen sin declarar los argentinos en el exterior", relató el ex Morgan, y
aclaró que "estoy seguro de que los números de cuenta que yo aporté hace
cinco años no existen; lo que no quita que se puedan rastrear el destino de los
fondos.” Es que, usualmente, en estos casos de escándalo, los bancos suelen
proceder borrando evidencias. Arbizu confirmó que Castex, del Exxel, Ávila, de
TyC Sports y el Estudio Cárdenas, del ex funcionario menemista Emilio Cárdenas,
eran clientes del Morgan y develó que Cárdenas integraba el Estudio de abogados
Cassagne Beccar Varela, que tenía un vínculo directo con María Laura
Tramezzani, una de las cazadoras de clientes que reportaban a Arbizu en Buenos
Aires. En la declaratoria confesó además que mantuvo reuniones con Alejandro
Urricelqui y Alejandro Scanavino, por las cuentas de Clarín que el Morgan
manejaba en el exterior. "Sí, Constantini en particular y sus empresas
eran clientes de mucha relevancia. Tal es así que en su museo hicimos un evento
privado para nuevos y futuros clientes que se llamó Industria Argentina y que
estaba vinculado a artistas argentinos", aseveró en relación a uno de los
empresarios investigados en la causa.
En esta línea, Arbizu testificó que "el equipo de
trabajo" que le daba estructura del Morgan "empieza con Jamie Dimon,
el CEO" y "la jefa de Banca Privada, Mary Erdoes". También
apuntó a Álvaro Martínez Fonts, jefe para Latinoamérica, y Luke Palacio, jefe
para el cono sur (hoy en el Citibank). María Laura Tramezzani y Hernán Agote,
en tanto, era sus "hunters", que sondeaban nuevos clientes para que
Arbizu trabajara. Asimismo, aclaró que había una especie de estatuto del banco,
el Rol de Funciones, que especificaba qué tarea hacía cada uno. Entre ellos
señaló además a Facundo Gómez Minujin y Andrés Rodríguez Lubary, uno y dos del
Morgan en Argentina.
Consultado por Casanello, Arbizu relató algunas de las vías para
sacar dinero del país y mostró cómo se fugan valores pequeños. "Montos
chicos se sacan simplemente a través de una casa de cambio: uno se va con el
dinero, lo deja, sin ningún recibo ni nada, y espera que al otro día le
aparezca en sus cuentas, según las instrucciones que dio en la casa de cambio.
El precio que se cobra en estas operaciones es absolutamente variable",
dijo, y agregó que en el caso de los grandes, contrataban al banco para que
hiciera una emisión de acciones, vender parte de la empresa. Recordó que con
este esquema Clarín "estafó a las AFJP". "Ese negocio es
responsabilidad directa de la oficina del Morgan Argentina", confirmó, y
afirmó que "a través de back to back ese dinero entró en Argentina".
«
Siete bancos fugaron u$s
72 mil millones
Hacia el final de la declaración, Arbizu pidió la palabra para
agregar datos: "Me gustaría decir, más o menos, cuáles son los montos que
cada banco maneja en el exterior, de los argentinos", dijo y adelantó que
"el Citibank, unos 20 mil millones de dólares. El UBS, unos 15 mil
millones; el Credit Suisse, 10 mil millones; el Santander, 8 mil millones; el
Bilbao Viscaya, unos 8 mil millones; Goldman Sachs, unos 5 mil millones; y el
JP Morgan, unos 6,mil millones de dólares".
Asimismo, Arbizu aclaró que "no sé si se habrá dado de baja
este servicio de banca privada para clientes argentinos, pero estos eran los
números aproximados". Hace un tiempo corrió fuerte el rumor de que luego
del escándalo de Arbizu, la entidad había cerrado su división de banca privada,
pidiéndoles a los clientes que retiren el dinero allí depositado. "Por más
que no me crean yo di documentación, nombres, números de cuenta. Cometí un
fraude en el cual me incriminé. Es un fraude que perjudica a toda la sociedad
argentina. Ayudé a los principales grupos económicos a lavar dinero", dijo
Arbizu en diálogo con radio Vorterix.
La causa
paso a paso
El origen :
investigado por la justicia de EE UU, que pedía su extradición por una estafa
realizada en cuentas que administraba para el JP Morgan, Arbizu se presentó
ante el juez Sergio Torres en junio de 2008.
La auto denuncia:
allí reconoció su responsabilidad en el hecho, pidió ser juzgado en Argentina y
brindó detalles del esquema de banca privada utilizado por el JP Morgan en el
país para capturar y administrar activos no declarados de residentes argentinos
en el exterior.
FBI y medida cautelar: apenas salió a la luz el escándalo, el FBI
se presentó ante Torres e hizo gestiones para proceder a la detención y
extradición irregular. Inmediatamente, el JP Morgan obtuvo una cautelar para
que Arbizu no hable con los medios, la cual el propio juez dejó sin efecto días
atrás.
La causa, paralizada:
Arbizu dio detalles acerca de cuentas, montos y
operatoria de los fondos sin declarar de grandes grupos económicos. A
pesar de ello, la causa no registró movimiento alguno y estuvo paralizada
prácticamente cinco años. Ni siquiera se le tomó indagatoria a Arbizu.
Nuevas pruebas: este
diario publicó las "instrucciones de transferencia", una serie de
transacciones detalladas con cuentas offshore –muchas en paraísos fiscales– de
personajes públicos y empresas. El fiscal Marijuan pidió investigarlas, pero
Torres entendió que se trataba de un hecho nuevo, se creó un nuevo expediente y
el sorteo lo derivó al Juzgado Federal Nº 7 a cargo de Casanello.
Avances: el
magistrado tomó la causa, aceptó a la UIF como querellante y, como primera
medida, llamó a declarar a Arbizu.
FUENTES: http://tiempo.infonews.com
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