Por fuera de los canales formales, un grupo de entidades
obligadas a reportar operaciones sospechosas de lavado de dinero comenzaron a
compartir de manera ilegal información reservada sobre sus clientes como paso
previo a enviar sus alertas a la Unidad de Información Financiera (UIF), el
principal organismo del Estado para la lucha contra el lavado de activos.
El intercambio de esos datos confidenciales se encuentra penado
por la ley, pero algunos bancos, compañías de seguros y transportadoras de
caudales avanzaron de todos modos en este esquema durante los últimos meses.
La decisión se tomó por algunos oficiales de cumplimiento antilavado y luego se amplió a otros con el fin de
reducir sus riesgos de afrontar una multa millonaria por parte de la UIF si uno
de ellos envía a este organismo un reporte de operación sospechosa (ROS) de un
cliente y el resto no lo hace.
La polémica práctica -a la que algunos apodan con ironía
"el clearing de los ROS"- fue confirmada a LA NACION por el
presidente de un banco, dos oficiales de cumplimiento antilavado y un experto
en contabilidad forense al que algunas de esas entidades pidieron
asesoramiento.
"El «clearing» existe", indicó el presidente del banco
privado de primera línea que confirmó a LA NACION esta información. "Se
hace todo por teléfono o cara a cara. Por escrito, nada", precisó.
MULTAS COMO CAUSA
Expertos que trabajaron en la unidad antilavado añadieron que el
organismo presume desde hace años que existe esa operatoria, pero que nunca
logró verificarla, aun cuando el arribo de algunos ROS alimentó las
suspicacias.
"Más de una vez la UIF recibió reportes desde los bancos,
por ejemplo, casi en «escalera» sobre una persona, un ROS detrás del
otro", ejemplificó uno de los informantes, que contó que dentro de la
unidad que preside José Sbattella sospecharon que los oficiales de cumplimiento
cruzaban sus datos "por algunos foros de Internet".
El disparador ocurrió en 2010, cuando la UIF comenzó a multar en
sede administrativa a los bancos tras concluir que no habían reportado
operaciones que podían ocultar actividades de lavado de activos.
Las primeras y millonarias multas fueron para los bancos
Galicia, BBVA Francés y el salteño Masventas. Tanto para las entidades en sí
como contra sus oficiales de cumplimiento, que apelaron esas sanciones.
El "clearing de los ROS" se potenció, sin embargo,
este año, cuando la UIF emitió su resolución 185/2013 que impuso que los bancos
y oficiales a los que se apliquen multas deberán pagarlas en el plazo de 10
días y sólo después podrán apelarlas ante la Justicia
FUENTES: http://www.lanacion.com.ar