El Vaticano dijo el
viernes que congeló fondos pertenecientes a un clérigo involucrado en una
supuesta operación de lavado de dinero como parte de una investigación del caso
y que podría extender su pesquisa a otras personas.
Monseñor Nunzio Scarano,
quien tiene vínculos cercanos con el Banco del Vaticano, fue arrestado el
mes pasado, acusado de planear el ingreso a Italia de millones de euros en
efectivo desde Suiza para amigos ricos, el caso fue el último de una serie de
escándalos que azotan la imagen de la Iglesia Católica.
Los detalles de la
investigación, incluyendo escuchas telefónicas de la policía y acusaciones de
complot para ingresar ilegalmente el efectivo a través de las aduanas, también
fueron vistos como un bochorno particular para el Papa Francisco, quien ha
enfocado la misión de la Iglesia en el cuidado de los pobres desde su elección
en marzo.
El jefe de justicia de
la diminuta ciudad estado ordenó el congelamiento de los fondos de Scarano
en el Banco del Vaticano.
"Las pesquisas
podrían extenderse también a otras personas", dijo el Vaticano en un
comunicado.
El banco, conocido
formalmente como el Instituto para las Obras de Religión (IOR), había designado
a la consultora financiera estadounidense Promontory Financial Group para que
realice una revisión de todas las cuentas potencialmente afectadas y estaba
cooperando con la investigación, agregó.
Scarano, un ex
contador de alto perfil en la administración financiera de la Santa Sede,
fue arrestado con Giovanni Zito, un agente del servicio de inteligencia
italiano, y el financista Giovanni Carenzio.
Han sido acusados de complotar
para traer 20 millones de euros (26,08 millones de dólares) para amigos ricos
de Scarano en la industria naval en la ciudad sureña de Salerno.
Aunque el Banco del
Vaticano no ha estado implicado directamente en el caso, ya está involucrado en
otra investigación sobre supuesto lavado de dinero.
Scarano, quien
actualmente está detenido en una cárcel de Roma, está bajo investigación en
otra causa vinculada con sus cuentas en el Banco del Vaticano.
Dos de los principales
directivos del IOR renunciaron a principios de este mes como consecuencia del
arresto de Scarano y los fiscales están considerando enviar a juicio a ambos,
el ex director Paolo Cipriani y el ex vicedirector Massimo Tulli.
Fuente: el economista
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